¿Qué significa vidrio?

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[vi-drio] [ˈbiðrĭo] [ˈbiðɾjo]

Palabra derivada del latín vitrĕum, de vitrum. Ver también camón de vidrios.




Diccionario



vidrio

  1. [masculino]. Substancia dura, frágil, por lo común transparente, formada por la combinación de la sílice con potasa o sosa y pequeñas cantidades de otras bases, y fabricada en hornos o en crisoles. Tiene un brillo especial, es insoluble en casi todos los cuerpos conocidos y fusible a elevada temperatura. Es susceptible de coloración permanente, y se obtiene vidrio amarillo, con óxido de plata; amarillo canario, con oxido de uranio; amatista brillante, con peróxido de manganeso; amatista sombrío, con óxido de níquel; azul celeste, con bióxido de cobre; azul de zafiro, con óxido de cobalto; azul verdoso, con protóxido de hierro; blanco y opaco, con antimoniuro de plomo; rojo y rosado, con óxido de oro; rojo purpúreo, con protóxido de cobre; verde amarillento. con óxido de cromo, y verde botella, con peróxido de hierro.
  2. Cualquier pieza o vaso de vidrio.
  3. Asiento en que se va de espaldas al tiro, en el coche.
  4. [español antiguo]. Vasos de [cristalografía].
  5. [sentido figurado]. Cosa muy delicada y quebradiza.
  6. [sentido figurado]. Persona muy quisquillosa y que con facilidad se disgusta y enoja.

§ Vidrio bufado. Hojuelas resultantes de soplar pon un cañuto de hierro una masa de vidrio fundido, formando una ampolla tan delgada que revienta y se esparce por el aire.

§ Vidrio de aumento. [óptica]. Lente de aumento.

§ Vidrio líquido, o soluble. Silicato de potasio.

§ Vidrios de contacto. Lente de contacto.

§ Ir uno al vidrio. Frase que significa: Ocupar el asiento de la delantera de un coche, con la espalda vuelta al tiro.

§ Pagar uno los vidrios rotos. Frase que significa: [sentido figurado] [informal]. Pagar el pato. [definición académica].


vidrio

  1. [sustantivo] [masculino]. Substancia dura, frágil, por lo general transparente, formada por la combinación de la sílice con potasa o sosa y pequeñas cantidades de otras bases y fabricada en hornos o en crisoles.
  2. Cualquier pieza o vaso de vidrio.
  3. Asiento, en el coche, en que se va de espaldas.
  4. [sentido figurado]. Cosa muy delicada y quebradiza.
  5. [sentido figurado]. Persona muy quisquillosa y que con facilidad se disgusta y enoja.


vidrio

[historia]. Heradoto nos habla de la existencia de momias de vidrio (libro III, párrafo 54). Aristófanes lo nombra en Las Nubes (vs. 766), y en Los Acarnienses (vs. 73). Aristóteles lo menciona, y los escritores romanos Horacio, Marcial, Séneca y Lucrecio, dan fe de su existencia; todo lo cual nos induce a creer que el vidrio y su fabricación son de origen muy remoto. Tampoco hay duda de que por los antiguos el vidrio blanco más semejante a la transparencia del cristal de roca era, como es hoy, el más estimado, llegando a alcanzar precios fabulosos. Nerón pagó 6.000 sestercios por dos vasijas de vidrio transparente fabricadas en Alejandría. Tampoco es dudoso que a los antiguos se les ocurriera la mayor ventaja del vidrio en cubrir sus ventanas abriendo así paso a la luz y no al aire, aunque hasta ahora ninguna autoridad nos da esta certidumbre, pues si bien el arqueólogo francés Mongez en su Diccionario de Antigüedades de la Enciclopedia metódica recoge algunos indicios, no da una clara solución por cuanto los vidrios de la ventana descubierta en Pompeya en 1772 son gruesos y completamente opacos. El naturalista latino Cayo Plinio atribuye el invento del vidrio a los fenicios, y por cierto de un modo casual. Dice que hallándose unos mercaderes fenicios viajando con cargas de nitro por las tierras arenosas de Galilea, se sirvieron del nitro para sostener a falta de piedras la vasija con que debían cocer su comida, observando que por la acción del fuego las arenas se transformaban en una masa transparente. Sobre este descubrimiento trabajaron los fenicios ardorosamente hasta conseguir que Sidón fuese la primera ciudad donde se fabricara el vidrio claro y blanco (Historia Natural. XXXVI, capital 26).

Lo que no ofrece duda es que en la época grecorromana produjo Egipto gran cantidad de piezas de vidrio para mosaicos, y que en la baja época romana fue un importante centro de producción de los vidrios llamados soplados. Roma producía Vidrios de esmalte de colores variados y vasos con decoración cincelada en la masa del vidrio. En el Museo Británico de Londres está hoy el famoso "Vaso de Portland", en otro tiempo "Barberini", del tiempo de Adriano, que consiste en una pasta de vidrio de dos capas, una azul transparente y otra blanca opaca, y representa las bodas de Tetis y Peleo. En los primeros tiempos del cristianismo fue notable el grabado sobre vidrio con decoración de un fondo de oro recortado. La técnica consistía en recortar el dibujo en una delgada hoja de oro que se pegaba al vidrio colocando encima otra capa de la misma materia, de manera que el oro recortado quedaba entre dos capas de vidrio transparente. En el Museo de Leningrado se conserva el famoso plato llamado de "Podgoritza", por el que se puede apreciar el grabado sobre vidrio de esta época. Bizancio aporta la técnica del repujado pon vidrios en forma de gema con arreglo al tipo de su orfebrería. En las Museos del Luuvre, Budapest y en el de las Termas de Diocleciano, en Roma, se pueden admirar muy notables ejemplares de esta técnica del vidrio. Los musulmanes cultivaron la industria del vidrio esmaltado con Siria y Damasco como principales centros de producción, y las formas de estos vidrios fueron principalmente copas, botellas y lámparas de mezquita. Es digno de admirar cómo trabajaban el cristal de roca, produciendo obras tan notables como el aguamanil con el nombre del califa AlAsys-Brillah, que se conserva en la iglesia de San Marcos, de Venecia. En la época románica (siglo XI) es cuando aparece la pintura en vidrio, cuyo arte, iniciado en Francia, se desparramó por Alemania, Suiza y España. En un princicipio, las piezas de vidrio que formaban el dibujo eran sostenidas por listones de madera, pero a partir de primeros del siglo XII se utiliza ya el plomo por permitir una línea de unión más precisa y sencilla. Las primitivas vidrieras presentan dibujos sin apenas artificio ni composición, santos exclusivamente; pero en el segundo período románico, con el aumento del espacio de los ventanales, se pasa a la representación de escenas de la Historia Sagrada y a la composición complicada de dibujo y color, alcanzando la categoría del arte decorativo más importante en las iglesias a costa de las pinturas murales que van desapareciendo.

La técnica consistía en dibujar el tema que se trataba de representar sobre un cartón de medidas exactamente iguales a las del hueco del ventanal; se recortaban los vidrios en tantas piezas como era menester según el cartón modelo y se extendía adecuadamente sobre ellos la pintura para después cocerlos al horno. Así coloridas las piezas y distribuidas con arreglo al dibujo, se unían con tiras de plomo y se ajustaba todo por medio de una armadura de hierro. Como modelo de este arte románico se citan las Videieras de la Asunción y la de San Esteban en la iglesia de San Julián de Le Mans (Francia).

En el período gótico (de fines del siglo XII hasta principios del XVI), llega la técnica del vidrio pintado a una perfección insospechada. La gran amplitud dada a ventanales de las iglesias que impone la forma estructural de la arquitectura en esta época, acompañado de los copiosos medios de que dispone el artista para llevar a cabo su obra creadora, se traduce en un arte decorativo del más bello efecto de vibración y transparencia. En un principio (siglo XIII) predominan los colores rojo, verde y azul, con el contorneado de la vidriera con una orla. En el XIv, las piezas de los vidrios y las proporciones de la figura son de mayor tamaño. Durante el siglo XV y principios del XVI, los detalles de estilo arquitectónico alcanza mayor desarrollo, y los fondos, con el predominio de los tonos claros, son de una gran riqueza de colorido. Como conjuntos importantes se citan el que figura en la catedral de Burgos con la representación de los cuatro santos evangelistas y acentuado estilo arquitectónico, y el existente en la iglesia de Moulins (Francia).

Las catedrales de Toledo, León y Ávila conservan asimismo notables vidrieras pertenecientes todas ellas al siglo XV. En la época del Renacimiento las artes del vidrio pintado siguen las mismas características de dibujo, colorido, composición y técnica del anterior período. La vidriera de la catedral de Sevilla y el famoso rosetón de la de Tarragona pertenecen a esta época. No eran solamente las iglesias y catedrales del segundo período románico y todo el gótico donde los vidrios pintados para las vidrieras que cubren los ventanales constituyen por el perfeccionamiento de su técnica la esplendorosa decoración a modo de retablos translúcidos del más sorprendente efecto de belleza. Las torres y castillos señoriales de arquitectura esencialmente militar del período románico, se transformaron paulatinamente en el gótico en suntuosos palacios de amplias salas de recepción y de estancia con el predominio de grandes ventanas abiertas en los muros, decoradas con vidrieras de vidrio policromado de colorido, técnica, dibujo y composición como era común en aquella época. Al lado de estos palacios señoriales se levantan los llamados palacios urbanos, que alcanzaron importancia extraordinaria en la vida municipal, y las lonjas o casas de los gremios y corporaciones comerciales, unos y otros edificios decorados con vidrieras en las ventanas del más puro arte de la vitraria en colores del período gótico. En Francia, Italia, Bélgica e Inglaterra abundan esta clase de edificios, y en lo que a España se refiere se pueden citar como pertenecientes a los primeros el palacio de la Diputación y la Casa Consistorial de Barcelona; y entra los segundos, las Ionjas de Valencia, Zaragoza, Perpiñán, Mallorca y lo que queda de la de Barcelona. Desde el largo período que comprende de últimos del siglo XVI hasta nusstros días, se ha procurado fomentar el arte de vidrio pintado sin que se haya logrado competir con los antiguos artistas de la Edad Media. Como ejemplos notables de composición moderna se citan las vidrieras del Cficnio del Liceo representando la marcha fúnebre de Sigfrido, y la existente en la Caja de Ahorros debida a J. Rigalt y A. Font, ambas en Barcelona.


 


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Uso en Wiktionary

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