¿Qué significa taquigrafía?

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[ta-qui-gra--a]

Proviene de taquígrafo, del griego tachys (rápido) y graphē (escritura).




Diccionario



taquigrafía

[femenino]. Arte de escribir tan rápidamente como sustantivo habla, por medio de signos y abreviaturas especiales.

§ Taquigrufia internacional. Véase Taqulgrafia universal.

§ Taquigrafía mecánica. A partir del siglo XIX, se ha ensayado obtener la taquigrafía mecánica, citándose entre tales ensayos como más principales el de Gononi en 1827; el de Galli con su "pantenógrafo", en el año 1831; el de Brioys, con su "estenógrafo impresor", en 1869; el de Daniel Dupley, con su "estenotipia"; el de los hermanos Michela, en 1881, y el del español Pedro Peruza, en 1884, sin que ninguno de ellos haya dado un resultado completamente satisfactorio. Últimamente se ha recurtido a la Utilización de la máquina de escribir para convertirla en máquina taquigráfica, Particularmente por los franceses Bivort y Lafaurie, y el americano Hardy, sin lograr un procedimiento expedito capaz de seguir a la palabra hablada con velocidad. La taquigrafía mecánica es, hasta hoy, un procedimiento aplicable a las pequeñas velocidades de la palabra, y en este sentido se han dado a conocer en España los sistemas de Guix, en 1903, y los de Jubert y de Elias, en 1911.

§ Taquigrafía universal. Sistema taquigráfico, también denominado taquigrafía internacional, apropiado para ser utilizado indistintamente en cualquier idioma. Sólo tiene éxito a pequeñas velocidades, pues para alcanzar una gran rapidez se hace indispensable aprovechar al máximo las facilidades que puada ofrecer cada idioma, creando signos propios para los principios y finales de palabras más usuales, con lo que la universalidad del sistema queda perjudicada. [definición académica].


taquigrafía

Más información. También se la conoce por Estenografía e incluso con otras denominaciones menos usuales como Braquigrafia, Estatigrafla, Fonografía, Frazografia, Gralodromia, Monografía, Notagrafia, Okigrafía, Radiografía, Semlografia, Zeytografia, etc. Sistemas de escritura abreviados se conocen desde tiempo muy antiguo, pero sólo cuando se emplean con el fin de alcanzar velocidad en la escritora nace la taquigrafía, ya sea por el procedimiento de escribir las primeras letras de cada palabra (siglas), adoptando un signo propio para cada palabra (sistemas lexicales) o, más adelante, empleando un signo para cada letra o sonido (sistemas fonéticos), aunque sin renunciar, en este caso, al empleo simultáneo de siglas y signos especiales para las voces más usuales. Para obtener mayor velocidad en la escritura, los sistemas taquigráficos, recurren frecuentemente a efecfuar supresiones. Para ello se valen de distintos procedimientos como son la colocación de los signos a diferentes alturas, reforzamiento de trazos, indicaciones mediante puntos, etcétera. Es muy frecuente la supresión de las vocales (sistemas avocálicos), pero no faltan los que las representan (sistemas vocálicos).

Los
signos pueden ser rectos, curvos o mixtos; mayores, medianos o menores; ascendentes o descendentes, etc. Sistemas cursivos son aquellos en que sus signos, a semejanza de la escritura común, alternan, los rasgos ascendentes con los descendentes, y geométricos todos los demás. Es corriente en taquigrafía prescindir de las normas gramaticales de ortografía, suprimiendo con ello signos que no son fonéticamente indispensables. El sistema más antiguo del que se tienen noticias ciertas son las llamadas notas tironianas, empleadas ya el año 60 aC por Marco Tulio Tirón, (liberto de Cicerón, el gran orador romano), al que se atribuye su invención o, al menos, su sistematización, pues también se dice que se inspiró en un precedente griego. Se citan también los nombres de Ennio y de Aquila (un liberto de Mecenas) relacionados con los orígenes de la taquigrafía romana. Consta también el empleo anterior de un sistema de siglas o abreviaturas, que para muchos no constituyen una verdadera taquigrafía, y que podrían ser las mil cien notas vulgares que se atribuyen a Ennio. Los signos fundamentales son unos doscientos, pero en total se utilizaban unos 5.000 que fueron los recogidos por Séneca, llegando a conocerse hasta 13.000. Tanto Séneca como Ennio, han querido ser identificados en la persona de ilustres escritores del mismo nombre, sin que se haya podido probar de forma indubitable. Su uso se generalizó en las asambleas políticas y religiosas, en los tribunales de justicia e incluso entre los grandes oradores sagrados, por lo que a las notas tironianas se debe la conservación de no pocos documentos de los primeros siglos de la iglesia. Desapareció su uso al decaer el latín como lengua universal y formarse las lenguas romances, hasta el punto de ser desconocido su significado hasta tiempos bastante recientes. La Taquigrafía moderna nace también por exigencias políticas y religiosas y es Inglaterra, con la implantación del sistema parlamentarlo quien primero impulsa su desarrollo. A finales del siglo XVI aparece el primer sistema taquigráfico inglés debido a Timoteo Bright. Pronto se siente en otros países la necesidad de una escritura rápida, y surgen nuevos sistemas adaptados a las necesidades de cada idioma aunque muchas veces inspirados en los empleados en Inglaterra. Citarlos todos es imposible, pues pasan de 2.000 los ideados desde entonces. Los más generalizados son, en Inglaterra el de Taylor, aparecido a finales del siglo XVIII, y que sirvió de base a multitud de sistemas adaptados a otras lenguas. En los países de habla inglesa está muy difundido actualmente el Pitinan, y, en América del Norte, también el de Gregg, creados, respectivamente, a principios y finales del siglo XIX. Frente a los sistemas ingleses o a los en ellos inspirados, generalmente geométricos y avocálicos, tenemos los alemanes y centro-europeos, de carácter cursivo y vocálico. El más importante de éstos es el de Gabelsberger, aparecido en Alemania a principios del siglo XIX y que, adaptado a otros idiomas, modificado y simplificado (Stolze, Schrey, etc.), se sigue practicando en aquellos países. En Francia están muy difundidos el de Prevost y el más moderno de Duploye, en Italia, los de Npe y Meschini.

Taquigrafía castellana.—El arte taquigráfico se inicia en España el año 1800 en que aparecen dos adaptaciones a la lengua española del sistema del inglés Taylor, obra, respectivamente, de Francisco de Paula Martí y de Juan Alvarez Guerra. No satisfecho Martí con los resultados alcanzados, en especial por las confusiones a que da lugar la omisión de vocales en la escritura, propia del sistema Taylor en el que solo se señalan con un punto las que son principio o final de palabra, estudia los sistemas existentes en su tiempo, hasta elaborar un método original (sistema Martí) inspirado fundamentalmente en el de Taylor, del que toma los principales signos, formados a partir del círculo y de la línea recta, y en el del francés Coulon-Thevenot en el modo de indicar las vocales. Al escribir las vocales se gana en claridad pero se pierde velocidad, por ello suprime en la mayoría de ocasiones la "e" y recomienda, por similitud de sonido, la supresión de la "i", insinuando también la posibilidad de representar con un mismo signo las vocales "o", "u", lo mismo que hace con las consonantes de idéntico o similar sonido. Suprime en la escritura las letras mudas y emplea signos especiales para las terminaciones de palabra más comunes en español, a los que sus discípulos añadirán otros nuevos. Este método, por el que se le considera como el inventor de la Taqnigrafia española, fue presentado el año 1802 a la Sociedad Económica Matritense, de la que Marti era miembro, que gestionó y obtuvo del Gobierno la dotación de una cátedra pública, inaugurada en Madrid en septiembre de 1803, año en que se publicó también la primera edición de su Tac-Mgrafia Castellana. La Real Junta de Comercio de Cataluña se interesó desde el primer momento por la enseñanza de la Taquigrafía. Por ello comisionó a Francisco Serra y Ginesta para que asistiera al primer curso de la cátedra de Marti, al final del cual obtuvo uno de los dos premios extraordinarios (el otro se adjudicó a Angel Ramón Martí); a su regreso a Barcelona, se le nombra profesor de la cátedra de taquigrafía que, a sus expensas, fue inaugurada, en la Casa Lonja, en mayo de 1805. Pronto se introducen en Barcelona algunas modificaciones al sistema, apareciendo el año 1816 un Tratado de Taquigrafía Castellana, obra de Fraucisco Serra y Ginesta y de su discípulo Buenaventura Carlos Aribau, en la que, entre otras novedades, se hallan los signos verbales, los prefijos o principios de dicción y las supresiones por colocación de los signos a distintas alturas, con lo que se crea la llamada Escuela Catalana o Martiniana mixta, en contraposición a la Escuela Madrileña o Martiniana pura que, más tarde, adoptará algunas de dichas modificaciopes.

Muchos son los autores que, posteriormente, han introducido nuevos retoques e incluso creado otros sistemas más o menos basados en el de Martí. Sobresale entre ellos el presbítero Pedro Garriga Marill que, introduciendo sucesivas modificaciones al sistema de la Escuela Catalana, llega a estructurar el suyo propio. En 1864 publica La Taquigrafía Sistemática, y, en 1869, aparece la primera edición de Taquigrafía y su Historia Universal que contiene ya el definitivo Sistema Garriga. Los signo empleados por Garriga son, en general, los mismos que Utiliaa la Escuela Catalana pero con valores distintos. Suprime las letras mudas (h, la u de guerra), las consonanles con sonidos similares a otras (c, v, z).

A la supresión de las vocales e, i escritas después de una consonante, añade las de las otras vocales cuando les sigue una consonante, que convierte para ello en mayor, creando así dos series de signos para las consonantes. Utiliza también los que llama signos biconsonantes, y que sirven para escribir dos consonantes seguidas no separadas por vocal y que divide en dos grupos; los monosílabos, que representan las que pertenecen a una misma sílaba y que, siendo menores, suprimen una vocal cualquiera que les siga, pero se convierten en mayores, aumentando su tamaño, al suprimir una vocal que les preceda; y los bisílabos, que representan consonantes pertenecientes a distintas sílabas, que con siempre mayores y pueden suprimir por ello una vocal cualquiera delante y otra detrás. Existe incluso un signo triconsonante.

Cuando una palabra contiene dos o más consonantes seguidas, sin vocales entre ellas, y no existe un signo apropiado para representarlas conjuntamente a todas, se suprimen las menos indispensables para la claridad de la escritura (b, p, t, c y otras consonantes al final de las sílabas).

Escrito un signo mayor, todos los que le sigan después en una palabra, deberán ser también mayores. Si añadimos que cuando se encuentran juntas una e y una i, son suprimidas por absorción por la consonante precedente como sustantivo se tratara de una sola vocal, y que existe un signo especial para escribir dos vocales cualesquiera al final de palabra, se comprenderá que la escritura de las vocales desaparece casi por completo en el Sistema Garriga. Se hace indispensable el empleo de papel pautado, que ya era recomendable en la Escuela Catalana, al utilizar, como en ella, la supresión de principios de palabra por la colocación de los signos en diversas alturas. Suprime, además, los finales de verbo y, en las otras palabras, las consonantes finales, salvo i, n, r, y emplea también signos especiales para algunas terminaciones usuales .

Si bien los sistemas anteriores son los más difundidos en los países de lengua española, no por ello han dejado de idearse o adaptarse otros diversos sin conexión con el de Marti. Especialmente en América, ha alcanzado bastante difusión el de Pitman, del que se han hecho diversas adaptaciones, y también es notable el de Boada que, después de haber hecho algunos intentos infructuosos, incluso una adaptación del Pitman, publica en 1916 su Estenografía, inspirada en los sistemas vocálicos y cursivos alemanes y centro-europeos entroncados con el de Gabelsberger. En este sistema, si bien cada vocal tiene su signo propio, cuando van inmediatas a una consonante o les sigue alguna otra vocal se representan por un perfil o trazo recto de inclinación y medida distintos según los casos, y de acuerdo con reglas precisas, que dependen del lugar que ocupan en la palabra o de la letra que les siga, tanto como de la vocal que se trate de representar. El Sistema Boada contiene, además, reglas para realizar ciertas supresiones y signos propios para los principios y finales de palabra más usuales y para las voces más corrientes, como ocurre en todo sistema taquigráfico.


 


Sinónimos de "taquigrafía"





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Posibles prefijos y sufijos:



En la palabra taquigrafía, se identifica el prefijo taqui-, prefijo del griego tachys, que significa rápido. Se usa en términos médicos y científicos para indicar velocidad acelerada, como "taquicardia" (latido cardíaco rápido), "taquipnea" (respiración rápida), o "taquipsiquia" (pensamiento acelerado).

Además, también se ha identificado el sufijo -grafía, (Del griego grapho, escribir). Sufijo que se utiliza para indicar "escrito", "descripción" o "tratado". Ejemplos: fotografía (descripción mediante imágenes), biografía (escrito sobre la vida de alguien).






Análisis sintáctico de "taquigrafía"


A nivel sintáctico, esta es la clasificación de "taquigrafía" teniendo en cuenta también las posibles variantes:


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Frecuencia de uso de "taquigrafía"



Uso en películas

En una escala del 1 al 10, esta palabra es de nivel 1. Más concretamente, ocupa el lugar 51.091 de un total de 634.265 palabras que hemos analizado en esta fuente.

Esto significa que es una de las palabras más usadas del idioma, indicando una alta frecuencia de uso en textos y conversaciones diarias.
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Uso en libros (hasta 1923)

En una escala del 1 al 10, esta palabra es de nivel 5. Más concretamente, ocupa el lugar 121.044 de un total de 246.873 palabras que hemos analizado en esta fuente.

Esto significa que tiene un uso moderado, apareciendo en contextos más específicos.
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Uso en Wiktionary

En una escala del 1 al 10, esta palabra es de nivel 1. Más concretamente, ocupa el lugar 62.400 de un total de 922.236 palabras que hemos analizado en esta fuente.

Esto significa que es una de las palabras más usadas del idioma, indicando una alta frecuencia de uso en textos y conversaciones diarias.
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