¿Qué significa etnografía?

Informar de un error ⚠

[et-no-gra--a]

Palabra derivada del griego ethnos, pueblo, y grapho, describir.




Diccionario



etnografía

[femenino]. Ciencia que estudia y describe las naciones o razas. [definición académica].


etnografía

Más información. Durante muchos años la etnografía ha sido empleada como sinónimo de etnología, y la confusión entre las dos ciencias existe aun hoy en el vulgo, aunque ya los investigadores las distinguen claramente. Pablo Broca (1824-1880) separó una de otra concediendo a la etnografía la descripción particular de cada raza, y a la etnología la del conjunto de las razas humanas; es decir, que la primera estudia el análisis de estas razas, y la segunda la síntesis. Muchos geógrafos e historiadores, siguiendo las teorías de Samuel Brochart (1599-1667), compartidas también por Carlos Lenormant (1802-1859), toman como punto de partida de la etnografía el capítulo X del Génesis, donde Moisés, enumerando las familias que, descendientes de Noé, poblaron de nuevo la tierra después del diluvio universal, formó la historia etnográfica del mundo antiguo. En lo que no existe duda, es que los primeros datos etnográficos conocidos se deben en primer lugar al general cartaginés Hannón, como consecuencia de un decreto del senado de Cartago por el cual se le ordenaba el reconocimiento de las costas africanas del Océano Atlántico para fundar en ellas las colonias libio-fenicias. Esta expedición, que llegó más allá del río Senegal (África Occidental, en la Senegambia), y que mil novecientos años después renovaron los portugueses del siglo XV, fue perpetuada colocando en uno de los templos de Cartago una inscripción lapidaria en idioma púnico, que a mediados del siglo IV antes de nuestra Era, fue traducida al griego, siendo esta traducción la que ha llegado hasta nosotros con el título de Periplo de Hannón, que constituye uno de los preciosos fragmentos geográficos y etnográficos que la antigüedad ha dejado, y en el que con gran sencillez de estilo describe el bello pasaje del clima, del territorio, de las costumbres y de las maneras de sus habitantes conforme con lo que aun hoy se observa en esta costa de África. Acerca de la época en que se llevó a cabo este famoso viaje, no se conoce la fecha exacta, pero se supone, aceptando el testimonio de Plinio, que se llevó a cabo durante el siglo VI antes de Jesucristo. Al mismo tiempo que Hannón, otro capitán cartaginés, Himilcón, recibió la orden de explorar las costas occidentales de Europa, pero lo poco que acerca de este segundo viaje se conoce, dista mucho de tener la precisión y los detalles que se conocen del primero, muy particularmente en lo que atañe a datos etnográficos. También Herodoto aportó magníficos datos relativos a las tradiciones, usos y costumbres, religión, etc., de algunas razas, que han aclarado muchas de las particularidades históricas y etnográficas que se tenían por obscuras o dudosas. En la antigüedad, siguieron a Herodoto, Julio César, Cayo Tácito y Estrabon, y en la Edad Media, contribuyeron poderosamente al desarrollo de esta ciencia el inglés Fray Rogelio Bacon, el monje ruso Néstor de Kiew, y el veneciano Marco Polo. En el siglo XV se publicaron libros con contenido etnográfico, pero hasta fines del XVI y todo el XVIII, no se inició con Juan Locke, Rousseau y el jesuíta Lafitau la constitución científica de la etnografía que tuvo su desarrollo espléndido en el siglo XIX con Peschel, Muller, Ratzel, Quatrefages de Breau, Gustavo de Le Bon, y Hamy, y más recientemente con los franceses SaintVicent, Lesson, Dally y Lagneau; el belga Omalius d'Halloy; los ingleses Forster, Latham, H. Smith y Lubbock; los alemanes André, Gerland y Lazarun; el ruso Anoutchin, y los americanos Bancroft y Powel, A partir de la segunda mitad del siglo XIX, se fundaron numerosos Museos etnográficos en todos los centros intelectuales de Europa y América que han facilitado en gran manera los estudios de esta ciencia sobre todo en lo relativo al estado de civilización de muchos pueblos salvajes que sólo puede ser estudiada por los objetos que se conservan en estos Museos, Sin que se haya llegado a la resolución concreta en lo relativo al problema de si existe una sola especie humana dividida en razas; si hay tantas especies como razas humanas distintas; si la especie surgió en un solo punto o en muchos; si hubo emigraciones primordiales o no las hubo; si la acción del medio es potentísima o nula, etcétera, la mayor parte de los autores dividen la especie humana en las tres razas: blanca, amarilla y negra, si bien estas tres grandes divisiones son, a no dudar, algo arbitrarias, por cuanto existen muchísimas razas mixtas (verbigracia: la raza japonesa, mezcla de las tres), y las americanas que se refieren en gran parte al tipo amarillo unas, otras al tipo blanco (como el grupo boreal), y aun alguna al tipo negro. Para llegar al estudio de las razas en lo concerniente a sus caracteres etnográficos, precisa ante todo el conocimiento de su constitución mental; es decir, que ha de buscarse en la psicología la diferencia verdadera entre ellas, con la aceptación, como evidente, de que toda raza tiene dos elementos fundamentales; el carácter y la inteligencia, de mayor importancia el primero que la segunda en cuanto a su desarrollo histórico, cuyo ejemplo, especialmente claro, aparece en nuestra historia de España: el carácter del elemento godohispano acaba con la dominación de los ilustrados musulmanes, como dentro de su domlaación acaban los bereberes con los árabes, los almorávides con los bereberes, los almohades con los almorávides y lo,- benimerines con los almohades, siempre por el mayor vigor de su carácter, porque en cuanto al mayor nivel de su civilización, depende del mayor grado de la inteligencia, ejercida, a condición, de que no sea simplemente asimiladora como los fenicios de antaño y los mongoles después, sino creadora, como los griegos de la antigüedad y los árabes en la Edad Media, a quienes son debidos todos los progresos generales de que se aprovecha la humanidad entera. La raza blanca o caucásica, llamada así porque en el Cáucaso es donde se presentan sus tipos más bellos y perfectos, sin que tenga, no obstante, el más pequeño valor indiciario para investigar su origen, se compone de tres ramas: la rama nórdica, caracterizada por el pelo rubio y los ojos claros, y constituye el elemento principal de la Gran Bretaña y de la Escandinavia, del norte de Europa, y ciertas regiones del noroeste de Asia, gran parte de la población de América del Norte, de Australia y de Nueva Zelanda, y también en antiguas colonias establecidas en Europa, Asia y en el norte de Àfrica; la rama llamada mediterránea, que forma el más importante elemento étnico de las penínsulas Ibérica e Itálica, comprendiendo, además, gran parte de la Europa occidental, los pueblos que predominan en el norte de África, etfarabia, en el sur de Persia, y los dravidibfíos, que ocupan parte de la India; y la también llamada rama alpina, que además de existir en la región de los Alpes, se extiende en Alemania, los Balcanes, Rusia, Asia Menor, Turquestán y parte del norte de Asia, La raza blanca o caucásica, forma grandes grupos etnográficos que se distinguen principalmente por el idioma y por la religión; tales son el grupo greco-latino, así llamado por haber recibido su idioma y su civilización de Grecia y Roma, formado por los países Portugal. España, Francia, Italia, Grecia, Bélgica y Rumania; el grupo germánico, que habla lenguas germánicas (danés, sueco, inglés, alemán y holandés), y lo forma Inglaterra, los Países Bajos, Alemania, península Escandinava, parte de Suiza y de Austria y por fin, el grupo eslavo, que habla lenguas eslavas (checo, polaco, ruso, etc.), y habita el oriente y parte del centro de Europa. Constituyen la raza amarillo o mongólica, los mongoles meridionales (chinos, japoneses, tibetanos, birrnanos y siameses), los malayos, los polinesios, los neozelandeses o maories y los mongoles septentrionales (turcos, turcomanos, búlgaros, magiares, lapones, fineses, samoyedos, kirguises y ostiacos), pero, según teorías modernas, no obstante tener los mongoles septentrionales una mezcla de sangre amarilla, pertenecen por completo a la raza blanca. La raza negra comprende, los pueblos negros de África, los hotentotes y bosquimanos del extremo Sur africano, los negrillos o pigmeos del Congo, los negritos de Filipinas y de las islas Andamán, todos los melanesios papúes, con representaciones en el Brasil y los Estados Unidos meridionales, donde fueron importados cuando se les hacía objeto de mercancía. El tipo americano, de tez de color de cobre rojo, forma núcleos (caribes, araucanos y pieles rojas), cuya fusión con individuos de las razas blanca y negra, ha dado origen a una importante población de mestizos (zambos, mulatos, ladinos, cuarterones, etc).

Además de las razas y tipos mencionados, existen los tipos hiperbóreos, que habitan las tierras polares. Los grupos étnicos humanos completamente puros son escasisimos, pues debido a las emigraciones de los pueblos, las colonizaciones, las guerras de conquista, etc., han originado en consecuencia tantas mezclas, y de tal magnitud, que actualmente la etnografía es un complicado laberinto de problemas de difícil solución. Merced a los fenómenos geológicos (exógenos y endógenos), la tierra es asiento de una actividad lenta, pero costante; las modificaciones que experimenta la corteza terrestre apenas son perceptibles, pero la humanidad, por el contrario, sufre en su historia ostensibles y experimentadas modificaciones. Basta comparar al hombre prehistórico con el actual; del que vivía en estado salvaje, como los animales, con el que ha sabido crear hasta el más elevado grado de civilización; pero para ello, las razas humanas han pasado desde su origen por una pluralidad de fases que sintetizándolas pueden expresarse del modo siguiente: 1,° Aparición de razas prehistóricas o fase salvaje, como la llaman algunos autores, desaparecidas de las partes del mundo en que se han instalado las razas civilizadas, no obstante lo cual, existen todavía en el interior de África, en Australia, en algunas islas oceánicas y en las tierras polares, sometidas a la barbarie primitiva. 2.° Aparición de las primeras razas civilizadas en el Asia oriental (China), en el Asia occidental y en África (cusitas y hamitas).

Estas primeras razas pasan por el desenvolvimiento agrícola; transforman los productos naturales en substancias y utensilios de uso agradable y cómodo; muestran gran aptitud para las arles manuales y las ciencias matemáticas y astronómicas, pero escaso desarrollo de los instintos religiosos y poéticos. De espíritu positivista, inclinados al bienestar y a los goces de la vida, todas las civilizaciones de las razas cusita y hamita o si se quiere babilónicas y egipcias, desapa recen ante el esfuerzo de las razas aria y semita; sólo se ha librado la China, donde su antiquísima civilización subsiste en parte en nuestros días. 3.° Aparición de las grandes razas nobles aria y semita, ambas procedentes del Imaus (Hindu-kush y la parte occidental del Himalaya); la primera en la Bactriana, y la segunda en la Armenia. Estas razas sobrepujan por el valor, por el vigor y por el genio religioso y poético a las cusitas y hamitas, y comparando ambas razas, la semita y la aria, esta última es superior a la primera en aptitudes para las especulaciones racionales y de espíritu político mucho más elevado, pero de genio religioso inferior, como lo prueba el que arrastraran a casi todos los pueblos arios a sus ideas religiosas monoteístas. Realizada esta misión, la raza semita decae rápidamente y los arios marchan ya para siempre al frente del linaje humano. En la antigüedad, pertenecían a los semitas, los fenicios, los judíos y los árabes; y a los arios, los indios, los griegos, los persas y los romanos. Usan lenguas arias: en Europa, los griegos, los españoles, los italianos, los escandinavos, los germanos, los eslavos, los franceses y los ingleses; en Asia, los indios y los persas. Las lenguas semíticas son usadas por los árabes, los judlos y los siríacos. Cabe advertir que una lengua no decide en absoluto la raza del que la habla; un negro puede hablar español sin ser de raza española. La identidad filológica no implica la unidad etnográfica, y de aquí, el que al hablar de arios y semitas en el concepto filológico, debe entenderse que se trata de dos pueblos mejor que no de dos razas. En relación a las creencias religiosas sustentadas por las diferentes razas, se clasifican en los tres grandes grupos: animistas, politeistas y monoteístas. Los primeros (eminentemente fetichistas), conciben el mundo poblado de seres imaginarios, de espíritus, buenos o malos, que se encarnan, digámoslo así, en determinados objetos inanimados llamados fetiches; un palo, un hueso, una rama, un diente, un espino, etc., que adoran supersticiosamente, y a cada uno llaman por un nombre y le piden una cosa. Estas creencias, únicamente ejercidas por los pueblos de civilización atrasada, las profesan principalmente los negros y algunos pueblos del norte y centro de África. Los politeístas creen en la existencia de varios dioses, e independiente de las religiones mitológicas que han ¡asado a la Historia, se considera por algvnos autores el brahmanismo con adeptos m el norte de la India, y el budismo exter dido por el Asia central y oriental (Tí be:, China y Japón).

Los monoteístas, creyentes en un sólo Dios o Ser Supremo, comprenden ¿ los cristianos, a los judíos y a los musutmanes. El cristianismo, que es la religión de todos los paises cultos de Europa y de América, y de las colonias en los diversos paises sometidos a la influencia europea, comprende las tres siguientes iglesias: católica-romana; protestante (luteranos, calvinistas, presbiterianos, anglicanos y no conformistas), y la ortodoxa o cismática (griegos, cismáticos, jacobitas, sirios, coptos, nestorianos, etc).

La religión musulmana, se extiende por el norte de África, por el occidente hasta la meseta de Pamir, sur de Asia, parte de la India, de la China y de los archipiélagos oceánicos, con un núcleo importante en Palestina. Los judíos, a pesar de tener ya territorialidad fija desde la proclamación del Estado de Israel en 1948, aún se hallan muy esparcidos por todo el mundo y en mayor número en el norte de África, Estados Unidos de América, Rusia, Polonia, los Ballcanes y Palestina. La humanidad, en sus diferentes razas, no ha podido ocupar por completo la total superficie del Globo por diversas circunstancias como el clima, la naturaleza del suelo y de las costas, el relieve, etc., que le impiden la vida, ocupando, por esta causa, aquellas regiones que mejor se prestan a su desenvolvimiento humano, como son las mesetas de elevación media, las llanuras fértiles, suelos de moderado relieve, abundancia en aguas corrientes, valles de buena producción, etc., existiendo, por lo tanto, grandes zonas que conservan todavía su aspecto primitivo, sin que hayan podido ser modificadas, como son las selvas ecuatoriales, los desiertos de Gobi, en Asia, y el de Sahara, en África, los de Adjmir, Kalawari, Mekran, etc., algunas de las estepas de Asia y de la Rusia europea, de las sabanas de la América del Norte, y de las pampas de la America del Sur, y de las razas polares.


 


Sinónimos de "etnografía"





Ver más sinónimos de etnografía

 


Posibles prefijos y sufijos:



En la palabra etnografía, se ha identificado el sufijo -grafía, (Del griego grapho, escribir). Sufijo que se utiliza para indicar "escrito", "descripción" o "tratado". Ejemplos: fotografía (descripción mediante imágenes), biografía (escrito sobre la vida de alguien).






Análisis sintáctico de "etnografía"


A nivel sintáctico, esta es la clasificación de "etnografía" teniendo en cuenta también las posibles variantes:


Si desea hacer otro análisis sintáctico consulte nuestra sección "Analizador sintáctico".

Ir al analizador sintáctico de frases




Frecuencia de uso de "etnografía"



Uso en películas

En una escala del 1 al 10, esta palabra es de nivel 7. Más concretamente, ocupa el lugar 398.739 de un total de 634.264 palabras que hemos analizado en esta fuente.

Esto significa que comienza a ser menos común y su uso es más esporádico en la lengua.
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10

Uso en libros (hasta 1923)

En una escala del 1 al 10, esta palabra es de nivel 3. Más concretamente, ocupa el lugar 64.312 de un total de 246.873 palabras que hemos analizado en esta fuente.

Esto significa que es común y se usa frecuentemente en la lengua española.
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10

Uso en Wiktionary

En una escala del 1 al 10, esta palabra es de nivel 1. Más concretamente, ocupa el lugar 37.480 de un total de 922.236 palabras que hemos analizado en esta fuente.

Esto significa que es una de las palabras más usadas del idioma, indicando una alta frecuencia de uso en textos y conversaciones diarias.
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Ver más datos del análisis de etnografía