¿Qué significa Israel?

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[Is-ra-el] [izraˈɛl]



 


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Israel

(Jaime Adolfo). [biografía]. Médico alemán, conocido por la descripción de diversas afecciones dermatológicas, producidas por los hongos. (1848-1926).


Israel

(Reino de). [historia]. Una de las dos divisiones en que se escindió el Reino hebreo (1020-932 aC) a la muerte de Salomón. La incompatibilidad entre las gentes del norte y las del sur, que regentaban el país (Saúl, David y Salomón pertenecían a la tribu de Judá), se hizo patente al acceder al trono Roboam, quien amenazó a los septentrionales venidos a presentarle sus reivindicaciones que les trataría más duramente incluso que su padre. Diez de las doce tribus hicieron entonces secesión y eligieron a Jeroboam I (véase) como soberano. El Reino de Israel, conocido también como del Norte o de Efraim, por ser esta la tribu más importante entre las diez que se separaron, estuvo en existencia del 932 al 722 aC, fecha en que fue tomada Samaria por Salmanasar V de Asirla.

Duró, pues, menos que su contrincante el Reino de Judá, en parte debido a su posición excéntrica con respecto a éste que hacía de él presa más fácil de arameos y asirios. Desde un punto de vista territorial, era más extenso que el Reino del Sur, pues comprendía la parte norte de Palestina hasta el Mar Muerto y la Transjordania. En cambio, su cohesión interna, era inferior. Prueba de ello es, tal vez, que durante los dos siglos que duró tuvo no menos de nueve dinastías, mientras que los soberanos de Judá pertenecieron siempre a la davidica. En el terreno de la política exterior, Israel y Judá mantuvieron unas relaciones Irancamenle hostiles desde el reinado de Jeroboam I hasta el de ACentro administrativo Luego, los contactos entre uno y otro mejoraron, llegando incluso Judá a caer bajo la dependencia más o menos directa de Israel desde el reinado de Acab hasta el de Jehová. También se usa en el plano religioso existen también notables diferencias entre ambos reinos, pues mientras los soberanos del sur fueron en general yahveistas o contaron como mínimo entre ellos fuertes personalidades en este campo, los soberanos del Norle se mostraron casi todos ellos partidarios de un sincretismo entre el yahveismo y los cultos extranjeros (cananeos, fenicios, asirios, etc).

En un pueblo tan penetrado de la ideología religiosa como el hebreo, este alineamiento en uno u otro campo tenía una importancia no sólo religiosa, sino también política. Mientras los sincretistas eran dados a las alianzas extranjeras y al compromiso, los yahveístas se mostraban contrarios a las mismas y ponían todas sus esperanzas en Yahvé.

Al pragmatismo de unos respondía la intransigencia ideológica de los otros. Este antagonismo religioso debía traducirse en la negativa de Israel a reconocer el Templo de Jerusalen como el único centro de culto yahveista y a tal efecto Jeroboarn I creó dos santuarios en su territorio, uno en Dan y otro en Bethel. Al fundador de la dinastía I del Reino de Israel le sucedió su hijo Nadab (911-910 aC, l, quien murió asesinado por Baasa mientras asediaba Gibbetón (al norte de Gezer), en poder de los filisteos. Subió entonces al trono Baasa (910-887 aC, l, fundador de la dinastía II de Israel. Se alió con Bar-Hadad I, rey arameo de Damasco, a causa de su enemiga con Judá, al que tomó la población de Rama. Pero Asa del Sur compró al soberano arameo y le convenció para que atacase a Israel. Le sucedió Ela (887-886 aC), asesinado poco tiempo después de su accesión al trono por Zimri (886 aC), único soberano de la dinastía III. Corto fue su reinado, pues siete días después era muerto a su vez por Omri (886-875 aC), que debía ser uno de los más grandes reyes de Israel. Con él se inicia la dinastía IV u omriada, una de las más brillantes de las nueve que tuvo el Reino del Norte. Omri tuvo que hacer frente primeramente a otro pretendiente al trono, Thibni, apoyado por las tribus.

La lucha se prolongó cuatro años y al término de ellos Thibni desaparece de la escena. En el año sexto de su reinado (881 aC, l, Omri tomó una decisión muy importante: trasladar la capital del reino a Samaria, ciudad de nueva planta que levantó en una colina adquirida por él por dos talentos de plata y que gozaba de una excelente posición estratégica. Samaria fue la sede del gobierno hasta la desaparición del reino (unos 160 años).

Omri practicó una hábil política extranjera: sumisión a los poderosos (pagó tributo, al parecer, a Ashurnasirpal II), amistad con los iguales (casó su hijo Acab con Jezabel. hija del rey de Tiro IthbaaD y conquista de los pequeños (tomó Moab y ocupó el distrito de Medabal.

Esta política no tuvo éxito, sin embargo, con el reino arameo de Damasco, pues Bar-Hadad I le tomó Ramoth de Galaad y le impuso la obligación de reservar en su nueva capital un barrio a los comerciantes arameos. En el terreno religioso, siguió practicando la política sincretista iniciada por Jeroboam I. Omri dio lustre a Israel, pues en las inscripciones de Salmanasar III (858-824 aC), Adad-Nirari III (809-782 aC), Tiglatpileser III (745-727 aC) y Sargón II (721-705 aC) se llama a su reino el "pais de Omir".

Su hijo Acab (875-853 aC) no se mostró menos hábil que él. De hecho, fue incluso más afortunado en los hechos de armas, pues tras un asedio malogrado de Samaria por Bar-Hadad II en 858 aC, le batió en la llanura de Afeq al año siguiente y le hizo prisionero. A cambio de la libertad, le exigió las ciudades que su padre había quitado al suyo y la creación en Damasco de un barrio destinado a los comerciantes israelitas. Cuatro años más tarde, Acab intervino sin éxito en una coalición dirigida por Irkhulemi de Hamath y Bar-Hadad II de Damasco contra Salmanasar III. Todos ellos fueron derrotados en Qarqar por el soberano asirio. Aquel mismo año, se reunió con Josafat (véase) de Judá en Samaria, poniendo así fin, al menos por algun tiempo, a la hostilidad entre ambos reinos hebreos. De este periodo data también la preponderancia de Israel sobre el Reino del Sur. Fiel reflejo de la nueva política fue el matrimonio de Atalia, hija de Acab, con Joram, vástago de Josafat. En el terreno religioso, la política seguida por el soberano de Israel fue muy lavorable al sincretismo, debido tal vez a la influencia que sobre él ejercía la fenicia Jerabel.

Así, el culto de Baal Melkart de Tiro fue abiertamente tolerado y dispuso de un templo en la capital. Todo ello despertó la ira del profeta Elias, exacerbada por el asesinato de Naboth, propietario de una viña que Acab codiciaba.

Acab murió mientras asediaba Ramoth de Galaad, en poder de los arameos, subiendo entonces al trono su hijo Ocozias (853-852 aC), durante cuyo reinado se produjo, seguramente, la revuelta de Mesha de Moab. Le sucedió su hermano Joram (véase), quien gobernó del 852 al 842 aC, Siguió en todo la política exterior de su padre, de forma que estrechó los lazos con Judá y participó en las ligas antiasirias de 849 y 845 aC, Fue asesinado en Jezrael por su general Jehú (véase), el cual subió al trono (842-815 aC, y fundó una nueva dinastía, la V, que cuenta en Jeroboam II con un soberano importante. Debido a las circunstancias de su entronización (fue ungido rey por el profeta Eliseo), Jehú practicó una política yahveísta y antisincretista en el terreno religioso. Su negativa a apoyar a Hazael de Damasco le supuso la perdida de la Transjordania, conquistada por este rey arameo. No tuvo mayor fortuna su hijo Joacaz (véase) quien debía reinar del 815 al 799 aC, pues se acentuó aún más la influencia de Hazael.

La situación cambió bajo Joás (véase), bajo cuyo gobierno (799-784 aC) Israel recuperó la Transjordania y batió a Amasias de Judá. El reinado (784-744 aC) de Jeroboam II (véase) fue aún más afortunado, siendo, de hecho, uno de los mas gloriosos del Reino del Norte. Después de él. Israel inicia una rápida decadencia, ejemplarizada en el hecho de que en veintidós años se sucedieron en el trono seis reyes. Su hijo Zacarías (744 aC) abre la lista con un reinado de tan sólo seis meses. Le sigue Sellum (744 aC, l, fundador de la dinastía VI, que había asesinado al anterior rey y que fue asesinado a su vez por Menahem (744-735 aC, l, fundador de la dinastía VII. El nuevo soberano practicó el terror como sistema de gobierno, dando muerte a todos cuantos se le oponían o a aquellos de quienes sospechaba una traición. A pesar de ser proasirio, Tiglatpileser III invadió el reino y le impuso un fuerte tributo. Su hijo Peqahia solo reinó dos años (735-733 aC), siendo asesinado al término de los mismos en una conjuración. El nuevo monarca, Peqah (733-731 aC), fundador de la dinastía VIII, cambió la orientación política de reyes de Israel. A tal efecto, se alió con Fenicia y, sobre todo, con Rasin de Damasco. Ante la negativa de Judá de entrar en la coalición, ambos monarcas atacaron primero a Joatam (véase) y luego, muerto éste, a su hijo Aacaz.

Batido en campo abierto, el rey de Judá se encerró en Jerusalen y solicitó la ayuda de Tiglatpileser III, quien decidió sojuzgar de una vez por todas a Damasco y a Israel, lo que consiguió en el curso de una campaña de dos años (734-732 aC): tomó Damasco, convirtió a Siria en una provincia de su imperio, ocupó la Galilea y la Transjordania, pertenecientes ambas a Israel, y deportó a las poblaciones transjordanas a Asiria. A Israel sólo le quedaba el territorio cercano a Samaria. La gravísima derrota provocó el asesinato de Peqah y la accesión al trono de Oseas (731-724 aC), fundador de la última dinastía o IX. Vasallo primero de Tiglatpileser III, se dejó convencer después por el partido antiasirio, siempre muy activo, de que adoptase una actitud beligerante frente a Asiria. Esto determinó a Salmanasar V (727-722 aC) a hacerle prisionero. Oseas es el último soberano de Israel, pero su caída no representa el fin del reino, pues durante tres años el partido antiasirio consiguió resistir en Samaria hasta que por fin Sargón II tomó la ciudad. Gran parte de la población fue deportada, política ésta habitual entre los asirios para diluir una población díscola entre otras poblaciones más numerosas. Este fenómeno afectó igualmente a los israelitas que permanecieron en su país, pues los asirlos trasladaron allí a las tribus árabes Tamud, Ibadid, Marsimani, etc., a gentes de Babilonia, Hamath y de otros lugares que, al mezclarse con ellos, crearon el tipo samaritano, cuya religión deriva de la judía (su dios es Yahvé y poseen un Pentateuco propio), pero presenta al mismo tiempo elementos de otras religiones.




Análisis sintáctico de "Israel"


A nivel sintáctico, esta es la clasificación de "Israel" teniendo en cuenta también las posibles variantes:


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Frecuencia de uso de "Israel"



Uso en películas

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Uso en libros (hasta 1923)

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Uso en Wiktionary

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Geografía enciclopédica



Israel

[país]. Estado en el suroeste de Asia, en la costa oriental del mar Mediterráneo. Limita al norte con Líbano, al noreste con Siria, al este con Jordania, al suroeste con Egipto y al oeste con el mar Mediterráneo. Israel tiene una superficie de aproximadamente 22,145 km2 y una población de alrededor de 9.4 millones de habitantes. La capital es Jerusalén (aunque esta designación no es reconocida internacionalmente), y los idiomas oficiales son el hebreo y el árabe. La moneda es el nuevo shékel israelí (ILS).

Su economía es avanzada, basada en tecnología, agricultura y turismo, y es un centro importante de historia y religión para el judaísmo, el cristianismo y el islam.